Las alpargatas tienen una larga historia que se remonta a la antigüedad, pero la alpargata moderna, tal como la conocemos hoy, se originó en la región de los Pirineos de España y Francia. El término "alpargata" deriva de la palabra catalana "espardenya", que se refiere a un tipo de calzado elaborado con una suela de cuerda de esparto, una hierba dura y nervuda que crece en el Mediterráneo.
Las alpargatas se hicieron populares en el siglo XIV entre los campesinos y soldados catalanes. Los zapatos estaban confeccionados con tela de lona o algodón para la parte superior y la característica suela de cuerda de yute. La cuerda de yute proporcionaba una base cómoda y flexible para el zapato, lo que lo hacía adecuado para usarlo durante largas horas.
En el siglo XX, las alpargatas ganaron popularidad internacional, convirtiéndose en calzado de moda en muchos países. Ahora se usan en todo el mundo, especialmente durante los meses de verano, y están disponibles en varios estilos y diseños, no limitándose a la versión plana tradicional sino que también incluyen cuñas y tacones.